El tenista argentino Sebastián Báez (45°) fue derrotado esta noche por el ecuatoriano Álvaro Guillen Meza (200°) y se despidió del ATP Challenger de Montevideo en la primera ronda, en el que puede haber sido su último torneo del año.
En un partido que superó por poco las dos horas, Báez cayó por 6-7 (3/7) y 4-6 ante Guillen Meza, quien jugará por los octavos de final ante el paraguayo Daniel Vallejo (169°).
Así, Sebastián Báez le da cierre a un 2025 que dejó muchas deudas y en el que, salvo una gira sudamericana aceptable, estuvo cargado de desilusiones. De todas formas, el argentino podría volver a jugar en lo que queda del año, en caso de recibir una nueva invitación a un Challenger (torneos que no suelen contar con jugadores del top 80).
Una nueva y dolorosa derrota volvió a sacudir la temporada de Báez, que ya deberá pensar en descansar y tener una buena pretemporada, para poder volver a asentarse como un jugador competitivo a nivel ATP, como lo fue hasta el año pasado.
Su caída en el Uruguay Open demostró que este año, ni siquiera el polvo de ladrillo sudamericano lo salva. Con seis quiebres en contra, enfrentando a un jugador muy atlético que es entrenado por el extenista argentino Carlos Berlocq, Báez solo estuvo en ventaja en los primeros dos games, así como también en los dos primeros puntos del tie-break del primer set.
El oriundo de San Martín abrió la temporada en el ranking 28° de la ATP, aunque no comenzó con buenos resultados en la gira oceánica, con derrotas en sus debuts en el ATP 250 de Auckland y el Australian Open.
En febrero llegó la gira sudamericana, etapa en la que “Sebita” se destaca, y llegaron los resultados: una semifinal en el Challenger de Rosario y segunda ronda en el Argentina Open anticiparon su campeonato en el ATP 500 de Río de Janeiro, su único título del año, que le permitió mantener la mayor cantidad de puntos que debía defender. Aunque cerró la gira con una final en Santiago de Chile, Báez ya había caído seis posiciones en el ranking.
Luego llegaron los primeros Masters 1000 del año, Indian Wells y Miami, cuyas pistas duras y rápidas golpearon al argentino, que no pudo superar la primera ronda en ninguno de ellos. Su último buen resultado llegó en marzo, siendo finalista del ATP 250 de Bucarest, en Rumania.
A partir de ahí, su 2025 se cargó de reveses: con un único triunfo en primera ronda de Barcelona, Báez acumuló derrotas en los Masters de Montecarlo, Madrid y Roma, incluyendo los Grand Slams de Roland Garros y Wimbledon, con nueve caídas en 11 partidos hasta llegar al Masters de Cincinnati.
En la vuelta a Estados Unidos jugó un gran partido para dejar en el camino al belga David Goffin y sumar su primer triunfo a nivel Masters 1000 del año, aunque cayó en segunda ronda.
Con más derrotas en primera ronda en el US Open, y el Masters de París, además de una segunda instancia en Shanghái, Sebastián Báez llegó al final de un 2025 sorprendente malo con un historial de 17-24 a nivel ATP. De esos 17 triunfos, apenas cuatro se dieron desde mayo hasta noviembre.
Con la cabeza puesta en el año próximo, quien supo ser 18° del ranking y el mejor jugador del país tendrá dos grandes preocupaciones: debe defender 500 puntos en el torneo de Río de Janeiro (actualmente tiene 1.155 en el ranking acumulado) y ha dejado de ser preclasificado en torneos de nivel ATP, por lo que no podrá saltearse la primera ronda de algunos certámenes a menos que vuelva a subir de posición.
