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Productores ganaderos reclamaron terminar las obras de la estratégica Cuenca del Salado

Buenos Aires, 1 diciembre (NA) – Productores ganaderos reclamaron la terminación de las obras de la Cuenca del Salado, al advertir que los fondos para concluirlas están disponibles pero no se están ejecutando.

La cuenta asignada al programa cuenta con alrededor de 190.000 millones de pesos, cuando la finalización de las obras requeriría aproximadamente 30.000 millones, explicaron.

Más de 120 productores, técnicos y dirigentes agropecuarios participaron en la Sociedad Rural de Saladillo de una jornada en la que se debatieron los principales desafíos y oportunidades de la Cuenca del Salado, con foco en la infraestructura hídrica, el clima, la producción ganadera y las reglas necesarias para sostener el crecimiento del sector, según supo la Agencia Noticias Argentinas.

El encuentro contó con la presencia y el acompañamiento del intendente de Saladillo, ingeniero José Luis Salomón, del presidente de la Sociedad Rural de Saladillo, Ignacio Bustingorri, del vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Marcos Pereda, y de Larrañaga, presidente del Consejo Asesor del Plan Maestro del Río Salado de CARBAP.

Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, advirtió que “no hay crecimiento ganadero posible sin un plan concreto, reglas claras, estabilidad y previsibilidad”.

Señaló que “el rol de las entidades no es dar discursos, sino construir condiciones reales para que el productor invierta, produzca más y mejor, y transformar los reclamos históricos del sector en resultados concretos. Ese debería ser el núcleo del trabajo gremial”.

En ese sentido, destacó la necesidad de contar con una voz unificada del campo, capaz de ordenar prioridades y sostener una agenda de largo plazo que permita crecer en stock, volumen producido y valor agregado, con reglas estables que acompañen el desarrollo del negocio ganadero.

La jornada dejó una conclusión clara: la Cuenca del Salado tiene las condiciones para ser uno de los motores del crecimiento ganadero argentino, siempre que confluyan infraestructura hídrica, adaptación climática, eficiencia productiva y un marco institucional sólido, con una agenda gremial unificada y orientada a resultados.

La actividad fue posible gracias a la organización de los productores de la Cuenca del Salado, encabezados por Gladis Yanzi de Estancias Caraytá, junto a la Sociedad Rural de Saladillo y su presidente Ignacio Bustingorri, en un trabajo conjunto que permitió reunir miradas técnicas, productivas y gremiales con un objetivo común: transformar los condicionantes estructurales del territorio en crecimiento sostenido de la ganadería, combinando más stock, mayores kilos promedio de faena y una producción orientada a los mercados que mejor pagan.

El ingeniero Guillermo Jelinski presentó un diagnóstico sobre el funcionamiento hidrológico de la Cuenca del Salado y explicó el alcance del Plan Maestro del Río Salado, destacando los avances logrados y las obras pendientes necesarias para reducir la vulnerabilidad productiva y mejorar la previsibilidad en una región de baja pendiente natural y alta sensibilidad a los excesos hídricos.

Además, tanto Jelinski como el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra coincidieron en la conveniencia de avanzar en la creación de una autoridad específica de administración del Río Salado, que permita disponer los recursos y garantizar la ejecución de las obras con continuidad en el tiempo.

Luego, Eduardo Sierra analizó la evolución climática de la región y advirtió sobre el impacto de la mayor frecuencia e intensidad de eventos extremos. Remarcó que el desafío productivo no pasa solo por el volumen de lluvias, sino por su concentración en períodos más cortos, lo que obliga a planificar sistemas ganaderos más flexibles y adaptados al ambiente.

El análisis productivo estuvo a cargo del ingeniero Rodrigo Troncoso, quien señaló que el crecimiento de las exportaciones de carne vacuna es el resultado de un proceso de largo plazo, iniciado entre 2016 y 2018 y consolidado por los avances económicos de los últimos años.

En ese marco, sostuvo que el próximo paso para la ganadería argentina no es solo producir más, sino vender carne de mayor valor, combinando aumento del stock con más kilos por animal y mejor posicionamiento comercial.

Desde la producción, Ricardo Orazi, de Cabaña La Pastoriza, y Alejandro Aznar, de Cabaña La Esencia, referentes nacionales en genética y ganadería de punta, coincidieron en que el modelo productivo que viene para la Cuenca del Salado debe basarse en animales rústicos y fértiles, adaptados al ambiente, pero con una producción de carne orientada a las exigencias de los mercados que más pagan. En ese marco, destacaron que son los propios productores quienes están impulsando un crecimiento sostenido de los pedidos de certificación, como una decisión estratégica para ordenarse, diferenciarse y capturar mayor valor.

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