La figura de Máxima Zorreguieta siempre genera fascinación, pero detrás de su ascenso a la realeza existe un entorno familiar, desde padres hasta hermanos que eligieron permanecer lejos de los flashes.
Y en el centro de esa trama aparece María del Carmen Cerruti Carricart, la madre de la reina de los Países Bajos, que con 81 años continúa viviendo en el mismo departamento de Recoleta donde crió a sus cuatro hijos y donde comenzó la historia de la futura monarca.
Antes de que el apellido Zorreguieta se volviera mundialmente conocido en 2001, cuando Máxima se casó con el entonces príncipe Guillermo Alejandro, la familia tenía una vida acomodada pero discreta. Jorge Zorreguieta —esposo de María del Carmen— ya era una figura reconocida en Argentina, por haber sido secretario de Agricultura y Ganadería durante la última dictadura cívico-militar.
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Ese antecedente marcó a toda la familia y, en especial, a su esposa, que siempre optó por mantenerse al margen de la exposición pública. María del Carmen y Jorge vivían en Buenos Aires cuando nacieron sus cuatro hijos: Máxima, Martín, Juan e Inés.
Los chicos crecieron en un entorno privilegiado, estudiaron en el Northlands School y disfrutaron de una infancia rodeada de comodidades. Ella, lejos de los conflictos políticos que rodeaban a su marido, se ocupó de criar a la familia y preservar la intimidad del hogar.
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Con el tiempo, Jorge Zorreguieta fue duramente cuestionado por su rol político. En 2009, incluso, el Congreso de la Nación Argentina le retiró su jubilación de privilegio. Su figura estuvo siempre marcada por la controversia, incluso después de su muerte en 2017.
Por esa razón, María del Carmen adoptó un perfil aún más reservado, especialmente cuando Máxima pasó a ocupar un rol central en la realeza europea. Hoy, con 81 años, Cerruti continúa viviendo en su histórico departamento de Recoleta, el mismo lugar donde nació y creció la reina.
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Allí lleva una vida tranquila, alejada de los eventos oficiales y del interés mediático que rodea a su hija. Si bien viaja algunas veces al año a los Países Bajos para visitar a Máxima y a sus nietas, la mayor parte del tiempo prefiere mantenerse en Buenos Aires, en su ambiente cotidiano y sin ostentaciones.
La historia familiar de María del Carmen está atravesada por orígenes europeos. La madre de Máxima nació en 1944, hija de Jorge Horacio Cerruti Sautu y María del Carmen Carricart Cieza Rodríguez. Su árbol genealógico combina raíces francesas, españolas, italianas y bonaerenses, un linaje que se refleja en la tradición familiar y en el estilo austero pero distinguido que siempre mantuvo.
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A pesar del peso de su apellido y de que su hija se convirtió en una de las figuras más influyentes del mundo, María del Carmen Cerruti eligió la simpleza.
Lejos de la opulencia de los Países Bajos, continúa aferrada a su vida argentina, transitando la vejez con bajo perfil, discreción y la misma reserva que mantuvo desde el primer día en que su familia quedó bajo la lupa internacional.
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