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Cuántos argentinos tienen diabetes y no lo saben

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de azúcar en sangre y, cuando no es controlada, incrementa significativamente el riesgo de desarrollar complicaciones en la retina, deterioro de la función renal, infarto, ACV y lesiones en miembros inferiores que pueden derivar en amputaciones de no ser tratadas oportuna y adecuadamente.

Además, es la tercera causa de pérdida de años de vida por muerte prematura, con un estimado de ocho millones de años, mientras que los factores de riesgo para la diabetes tipo 2 están presentes en niños y adolescentes de LATAM: 16% y 19% de niños tiene obesidad respectivamente (en Argentina, la cifra asciende al 40%10), mientras que 81% de los adolescentes no practica suficiente actividad física.

En Argentina, tienen diabetes más de 1 de cada 10 adultos, lo que podría representar 4.3 millones de pacientes, aunque según la edición 2025 del Atlas Internacional de Diabetes, el 29% no lo sabe, lo que representa más de 1.2 millones de argentinos. La mayoría de los pacientes llega al diagnóstico hasta 7 años tarde, por lo que cerca de 1 de cada 4 ya presenta complicaciones vasculares en ese momento.

En el marco del Día Mundial de la Diabetes, especialistas de América Latina llaman a fortalecer el diagnóstico oportuno y a derribar mitos que rodean esta enfermedad, con el fin de contribuir a que las personas con diabetes reciban la atención médica que necesitan y accedan a un tratamiento adecuado. La Organización Panamericana de la Salud estima que 112 millones de adultos viven con diabetes en América del Sur y que la prevalencia de esta enfermedad se triplicó desde 1990.

La Dra. María Gabriela Rovira, médica endocrinóloga y vicepresidente de la Sociedad Argentina de Diabetes, aseguró: «La enfermedad puede ser tratada y que, logrando un adecuado control de los niveles de glucemia y de los factores de riesgo asociados (obesidad, dislipidemia e hipertensión arterial) y sosteniéndolo en el tiempo, sus consecuencias pueden prevenirse o retrasarse. Esto se logra mediante un plan de alimentación saludable, la realización regular de actividad física, el cumplimiento del tratamiento médico adecuado y monitoreo clínico constante”.

Un factor clave para lograr un mejor control de la diabetes es la adherencia al tratamiento prescrito por el médico. Las opciones terapéuticas actuales incluyen desde diversos medicamentos orales hasta terapias inyectables como la insulina y análogos de GLP-1, que permiten un manejo personalizado según las necesidades de cada paciente.

“Hoy Latinoamérica enfrenta una doble urgencia: prevenir nuevos casos mediante políticas de salud pública y asegurar que las personas con diabetes reciban diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado. Existen múltiples mitos sobre la enfermedad y su tratamiento, que afectan el pronóstico y pueden llevar a complicaciones. Es necesario poder dar información basada en evidencia, acompañamiento y educación continua que favorezca la oportunidad y cumplimiento del tratamiento, pero también la adopción de hábitos saludables” , afirmó -durante una conferencia de prensa para periodistas de toda la región- la Dra. Liliana Silva Gómez, directora médica de LATAM para el área cardiometabólica en Sanofi.

Las expertas reafirmaron que la investigación, la capacitación médica continua, la innovación terapéutica y la colaboración pública y privada entre sistemas de salud de la región es el camino para ampliar el acceso a tratamientos, mejorar la calidad de vida de las personas que viven con diabetes y detener el aumento del impacto de la enfermedad.

EL COSTO DE NO TRATAR LA DIABETES

Entre los costos directos de tratar una enfermedad como la diabetes, se consideran consultas profesionales, estudios de laboratorio y de diagnóstico por imágenes, medicamentos, hospitalización, rehabilitación e intervenciones asociadas. Un estudio argentino, publicado este año, midió el costo directo de tratar la diabetes en 2021 y este ascendió a -en promedio- entre US$1774.48 y US$1808.86 por persona por año.

Además, el trabajo comparó ese costo con el de tratar las complicaciones asociadas a la diabetes, para establecer la conveniencia de lograr un adecuado control de la enfermedad y así prevenir el desarrollo de complicaciones, favoreciendo la sostenibilidad de los sistemas de salud. El estudio mostró lo siguiente:

* Tratar el infarto representa costos entre 6.8 y 9.2 veces superiores al de tratar la diabetes.
* En ACV, el costo oscila entre 2.2 y 47.7 veces más.
* Para insuficiencia cardíaca descompensada, se eleva entre 7.5 y 9.8 veces.
* En enfermedad renal, se multiplica entre 2.4 y 2.8 veces. Al progresar a enfermedad renal crónica y hasta nefropatía terminal, los costos se multiplicaban entre 7.1 y 8.8 veces.

Asimismo, hay que tener en cuenta costos indirectos de la condición que incluyen incapacidad o ausentismo laboral, mortalidad prematura, carga para los cuidadores y el impacto social que afecta diferentes escenarios en su vida.

Al invertir en prevención y en el correcto tratamiento de la diabetes, se evitan costos médicos significativamente más altos asociados al manejo de complicaciones graves a largo plazo.

Un ejemplo de esto es el cambio de paradigma a nivel mundial, en el manejo de la diabetes tipo 1, por medio de la detección precoz de anticuerpos. Esto, además de un diagnóstico temprano y oportuno, ayudaría al paciente en la prevención de complicaciones severas al debut, como cetoacidosis.