Martín Cabrales, presidente de la 31ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), aseguró hoy que el país se encuentra en un momento bisagra, afirmando que a partir del próximo 10 de diciembre se abre una «oportunidad para hacer un montón de transformaciones».
En diálogo con la aegncia Noticias Argentinas, Cabrales calificó como un «día feliz» debido al récord de inscriptos, anunciantes y jóvenes asistentes a la conferencia titulada «El futuro se produce hoy», destacó que estos cambios largamente discutidos se encuentran finalmente al alcance.
La Conferencia se desarrolla en el CEC de la Ciudad de Buenos Aires.
El foco principal de estas transformaciones, según Cabrales, recae en la necesidad de la modernización laboral y la reforma impositiva, temas que han estado firmemente en la agenda de la UIA. El empresario fue enfático al señalar que la modernización laboral es «fundamental» para combatir la «terrible» informalidad laboral que afecta a la Argentina.
Remarcó que los únicos perjudicados por el esquema actual son los trabajadores, y que el objetivo es alcanzar una mayor formalidad y la capacidad de «dar más trabajo».
Asimismo, la litigiosidad asociada a la normativa laboral es «terrible», un problema que obliga a las PyMEs a cerrar sus negocios si deben desvincular a una persona.
Aunque las leyes completas se manejan con «hermetismo» y no se darán a conocer hasta diciembre, Cabrales hizo referencia a las pistas dadas por el gobierno, como la posible baja de tres puntos en las cargas patronales. Enfatizó que es crucial ver la ley completa para evaluar su impacto.
Respecto a la relación con el Ejecutivo, Cabrales la describió como de «diálogo permanente» con el presidente y Karina Milei, negando que existan desplantes o una relación mala.
Destacó, además, la asistencia del ministro de Economía Luis Caputo y el secretario de Justicia Sebastián Amerio a la conferencia, un hecho significativo tras las ausencias previas.
Finalmente, Cabrales reiteró el principio fundamental de los industriales: no se solicitan privilegios. Lo que se exige es «condición de igualdad» para poder competir. Sentenció que la industria es la «solución del problema» del país, no un problema en sí mismo, y que es necesario que lo público y lo privado trabajen en conjunto.
