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A un año del crimen de Pillín Bracamonte: el homicidio que generó terror en Rosario

Un año se cumple del crimen del jefe de la barra de Rosario Central Andrés “Pillín” Bracamonte y su ladero Daniel “Rana” Attardo, quienes fueron asesinados en la noche del 9 de noviembre de 2024 tras una emboscada a la salida de un partido en el estadio del Gigante de Arroyito. Se trató de uno de los homicidios que generó terror en la ciudad santafesina ante la posible escalada de violencia.

A 12 meses del hecho que generó un cambio abrupto en Rosario, la causa siguen sin muchos avances y solo hay cinco imputados: tres por encubrimiento y otros dos como partícipes necesarios del homicidio. Para los investigadores y las diversas bandas narcocriminales de la ciudad, todo está ligado a la llegada de Los Menores para ocupar un rol importante en la barra de Central.

El lugar de Bracamonte, quien lideró durante casi 30 años, fue ocupado por Lautaro «Laucha» Ghiselli, quien actualmente se encuentra detenido, en una causa por asociación ilícita. Todo fue ideado por el líder de Los Menores, Matías Gazzani, que lidera la lista de los prófugos más buscados de Santa Fe.

En los primeros días se creyó que el homicidio de Pillín iba a provocar un escenario de alerta y hasta de terror en Rosario ante la posible respuesta por parte de los aliados de la víctima.

Hasta el propio Bracamonte se había expresado sobre qué podía llegar a pasar si algún día lo asesinaban, después de los 29 intentos previos: “Si me matan la ciudad se incendia. Los Menores se quieren quedar con parte de la ciudad”.

CRIMEN

Bracamonte y Attardo fueron asesinados en la noche del sábado 9 de noviembre sobre la calle Avellaneda tras la derrota del Canalla ante San Lorenzo en el estadio Gigante de Arroyito.

Lo que parecía un simple corte de luz en la vía pública, ahora genera dudas de que todo fue una emboscada.

El líder de la barra y su ladero se subieron a la camioneta luego del el partido, pero nunca observaron que un auto los seguía por detrás. Al llegar a la calle con la luz cortada, dos personas se bajaron del rodado y los acribillaron de al menos 11 balazos.

Disparos, gritos y el asfalto manchado de sangre. Uno de los líderes narcos en el fútbol había sido asesinado y ahora el temor se asomaba, pero, a un año, todavía no se sabe si habrá respuesta o ya todo quedó en el olvido.