Durante años, las cortinas pesadas y oscuras fueron sinónimo de elegancia en los hogares. Pero la tendencia cambió y, hoy se inclina hacia lo natural con espacios más abiertos, textiles livianos y una iluminación que aprovecha al máximo la luz del día. El cambio no solo mejora la estética, sino también la economía y el bienestar del hogar.
En tiempos donde las tarifas son más altas por el consumo frecuente de aires y ventiladores, permitir que el sol ilumine los ambientes se convierte en un gesto inteligente y, cuanta más luz natural entra, menos se depende de lámparas o artefactos eléctricos durante el día. Además, un espacio luminoso se percibe más amplio, ordenado y agradable para convivir o trabajar.
¿Cómo lograr y adaptarse al cambio?
PASO A PASO PARA TENER LUMINOSIDAD A BAJO COSTO EN CASA
El primer paso para lograrlo es reemplazar las cortinas gruesas por géneros livianos. Las gasas de lino, el algodón rústico y las telas semitranslúcidas permiten el paso de la luz sin perder privacidad. Los tonos claros reflejan la claridad y aportan frescura visual. Algunos de ellos son:
* Blancos.
* Beige.
* Arena.
Otra opción económica y sustentable es incorporar cortinas de bambú o esterilla, ya que, estos materiales naturales regulan la entrada de sol y aportan textura al ambiente sin bloquear completamente la luz.
Además, son duraderos, reciclables y fáciles de mantener.
Las ventanas también cumplen un rol clave. Limpiarlas con frecuencia mejora notablemente la luminosidad interior, y si se combinan con marcos de tonos claros o vidrios espejados, el efecto se multiplica. En departamentos con poca entrada de sol, los espejos estratégicamente ubicados ayudan a reflejar la luz natural.
En cuanto a la temperatura, dejar que el aire circule es fundamental. Para lograrlo hay que reemplazar cortinas pesadas por telas livianas para facilitar la ventilación cruzada, lo que ayuda a mantener la casa fresca en verano sin depender tanto del aire acondicionado. Estos gestos simples se traducen en ahorro energético y mejora la experiencia economía familiar.
También, la tendencia se alinea con la filosofía de hogares más simples, funcionales y en contacto con el entorno. Por ello, optar por materiales naturales, reducir el consumo y priorizar la luz del día no solo embellece el espacio, sino que mejora el ánimo y la calidad de vida.
Y si de decoración se trata, la clave está en la coherencia visual. Colores neutros, muebles de madera clara y plantas de interior completan la atmósfera fresca y luminosa que invita a disfrutar el hogar sin exceso ni artificios.
Decirles adiós a las cortinas oscuras más que un cambio estético es una elección:
* Sustentable.
* Económica.
* Emocional.
Porque cuando entra la luz, también entra una nueva forma de vivir el hogar.
