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Tendencias primavera-verano 2026: colores vibrantes y tejidos livianos marcan la temporada

Con la llegada de los días cálidos, las nuevas tendencias primavera-verano 2026 ya comienzan a copar las vidrieras, los feeds de Instagram y los desfiles internacionales.

Este año, la moda propone un equilibrio entre vibras nostálgicas y modernidad funcional, donde la comodidad no está reñida con la elegancia.

TEJIDOS NATURALES Y SILUETAS RELAJADAS

La sostenibilidad continúa como eje central, el algodón orgánico, el lino y las fibras recicladas dominan las colecciones, apostando por prendas livianas y transpirables.

Los pantalones wide leg, las faldas amplias y los vestidos fluidos marcan la silueta de una temporada que prioriza el movimiento y el bienestar.

En las pasarelas de Buenos Aires, Madrid y París, se repite un mantra: “menos estructura, más frescura”.

Los conjuntos coordinados y los conjuntos tipo pijama en tonos pastel son protagonistas de los días de calor, ideales tanto para la playa como para la ciudad.

El color será la clave del verano, la paleta cromática de 2026 mezcla tonos cítricos, naranja mandarina, verde lima y amarillo brillante, con pasteles empolvados como el lila, el celeste y el durazno.

Los expertos en tendencias hablan de un “optimismo visual” después de años de sobriedad, donde los looks monocromáticos intensos ganan terreno en redes como TikTok y Pinterest.

Los tejidos artesanales siguen en auge, desde el crochet reinterpretado en tops y bucket hats, hasta las faldas caladas y los vestidos con transparencias sutiles, la textura cobra protagonismo.

Las prendas hechas a mano y el “look bohemio chic”, con reminiscencias de los 70, dominan tanto en pasarelas como en ferias de diseño independiente.

En este sentido, el crochet y el macramé se consagran como los materiales estrella del verano 2026, ideales para combinar con accesorios naturales como bijouterie de madera o bolsos de yute.

EL AUGE DEL “COMFY CHIC”

El comfy chic se consolida con prendas deportivas reinterpretadas: polleras-pantalón, micro shorts de satén y zapatillas minimalistas que se combinan con camisas amplias y blazers livianos.

El calzado se vuelve práctico y versátil: sandalias planas, plataformas bajas y alpargatas reversionadas.

Los complementos jugarán un papel fundamental, ya que regresan los anteojos estilo Y2K, los aros XXL, los pañuelos estampados y los bolsos tipo red.

Además, los sombreros livianos como el “mesh hat” o casquete de crochet se imponen como el must de la temporada, aportando un toque artesanal a cualquier outfit.