Con la primera etapa de la gestión plebiscitada, el presidente Javier Milei se esfuerza por demostrar que su segunda etapa estará marcada por nuevas alianzas y permeabilidad al diálogo, pero está decidido a dar por terminado el vínculo con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Luego de haber tildado de gobernadores y legisladores de otros espacios de “degenerados fiscales” y de atentar contra su Gobierno, parece mostrarse en traje de dialoguista y aprovecha cuanta aparición pública tiene para aclarar que entablará alianzas estratégicas con los aliados que compartan su programa económico.
El mismo domingo 26 de octubre, en el bunker de La Libertad Avanza del Hotel Libertador, elogió en su discurso triunfal al expresidente Mauricio Macri, por el “Pacto de Acassuso”, y el lunes siguiente se comunicó por teléfono para agradecerle el respaldado recibido durante la crítica situación cambiaria que atravesaba la gestión.
El viernes de esa misa semana, reeditaron las milanesas con ensalada en la quinta de Olivos, y aunque el titular del PRO se mostró crítico de los cambios en el Gabinete, en Casa Rosada evitan una confrontación directa.
Meses después de haberle retirado el salido al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, al que calificó de “traidor”, Milei aplicó tabula raza y lo recibió sin grandes sobresaltos durante la cumbre gobernadores de la semana pasada, el último gran acto del aquel entonces ministro coordinador, Guillermo Francos.
Sin embargo, pese haber sido electos en fórmula, la titular del Senado configura un caso irrecuperable para el libertario, según expresaron desde su entorno. “No es la misma situación la de Villarruel que la de Jorge Macri”, se encargó de diferenciar un funcionario ante la agencia Noticias Argentinas.
“Con Jorge queremos avanzar. Tiene la Legislatura dividida y dos años por delante», especificó sobre la situación de debilidad legislativa del exintendente de Vicente López.
Asimismo, respecto de la vice, en tensión con todos los integrantes del Poder Ejecutivo, la fuente aclaró: «Victoria intenta voltearnos para asumir y fue una traidora desde principios de 2023 sin importarle futuro de todos los argentinos de bien”.
Por los pasillos de Balcarce 50 son varios los que coinciden en sostener que Villarruel intenta hacerse del poder y suceder al mandatario en el cargo. Algo similar supo expresar el propio Javier Milei en ocasión de La Derecha Fest que se celebró en julio cuando la mencionó como “bruta traidora” tras haber avalado una ampliación presupuestaria. “La bruta traidora dijo que lo iba a financiar con 30 millones. Sugiero que antes de hacer chicanas aprendan a sumar dos más dos”, aseveró desde la provincia de Córdoba.
La intensa noche en redes sociales que protagonizó la abogada hace algunos días, en la que likeó comentarios que la postulaban como candidata presidencial, despertó risas en varios campamentos violetas. “¿En serio le dió me gusta a alguien que decía que tenía que ser presidente en 2027? ¡Qué sorpresa!”, ironizó un integrante de la mesa chica del mandatario.
La vice aprovechó la virtualidad para coincidir con los usuarios sobre “la decepción” que sentía con la gestión actual, y para lanzar mensajes contra el Poder Ejecutivo, en especial contra la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. “Lo importantes es que los ciudadanos sepan que no robo, laburo mucho y con responsabilidad y que no he realizado ninguna traición. El resto son chismes de panadería. Ustedes creen que se debe ser servil y no lo soy”, sentenció en respuesta a uno de sus seguidores.
Una semana atrás, la exitosa fórmula presidencial dejó de seguirse en la red social Instagram, en una nueva gestualidad que refleja el estado de situación del vínculo. El episodio tuvo lugar luego de que el cineasta liberario, Santiago Oria, en voz de la administración acusara a Villarruel de haber solicitado que cerraran la escuela en la que debía votar el pasado 26 de octubre.
A pesar de la ruptura de la relación, la preocupación por la funcionaria “descarriada” no altera al Gobierno que vaticina el control de la Cámara de Senadores con el desembarco de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, actual senadora electa y próxima jefa del bloque de La Libertad Avanza, a partir del 10 de diciembre. “Vicky no existe más. Su final será Pato en el senado enloqueciéndola”, celebró un exponen libertario ante la agencia Noticias Argentinas.
