La Plata vivió una verdadera revolución hollywoodense. Johnny Depp, uno de los actores más queridos y carismáticos del mundo, desató una locura pocas veces vista en la ciudad. Desde temprano, miles de fanáticos se concentraron en la Plaza Moreno con carteles, banderas y hasta disfraces del Capitán Jack Sparrow.
Pasadas las 17, y luego de arribar en helicóptero, Depp apareció en el balcón del Palacio Municipal junto al intendente Julio Alak, quien le entregó la llave de la ciudad y lo declaró Visitante Ilustre. La ovación fue ensordecedora: gritos, aplausos, lágrimas y celulares en alto para registrar el momento histórico.
“Gracias por esta cálida bienvenida a este increíble lugar. Mi español suele ser bueno, pero hoy se me olvidó por los nervios”, dijo entre risas, visiblemente emocionado. Luego agregó: “Es un privilegio y un honor ser recibido de esta manera. Este lugar tiene una cultura muy valiosa y me honra que me hayan dado la llave de la ciudad”.
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Durante la ceremonia en el Salón Dorado, Alak destacó la importancia cultural de la visita: “La presencia de un artista internacional no solo nos honra, nos inspira. La Plata nació de un acto cultural y hoy lo celebramos con alguien que dejó huella en la historia del cine mundial”, expresó el intendente.
Vestido con su inconfundible estilo bohemio —campera de cuero, jeans gastados, bufanda lila y sombrero marrón—, Depp se mostró cercano, amable y profundamente conmovido por el cariño argentino, tanto que hasta posó junto a la mismísima Wanda Nara. “Me he sentido muy bienvenido en esta ciudad increíble. La cultura de este lugar es una mina de oro”, dijo.
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Además, aprovechó para agradecer especialmente a su amigo y productor argentino Jorge Rodríguez, a quien definió como “mi hermano, el responsable de que esta primera visita sea tan especial”. Afuera, la escena era de película: familias enteras, adolescentes y grupos de amigos con banderas, carteles y cámaras gritaban su nombre sin parar.
Algunos incluso se caracterizaron como Jack Sparrow. Desde el balcón, Depp levantó la mano, saludó con su clásica sonrisa y lanzó en un español improvisado: “Son increíbles. Estoy en shock, pero aprecio mucho su amor y apoyo. Los bendigo a todos, me salvaron la vida”.
Luego del acto oficial, el artista se dirigió al Teatro Coliseo Podestá, donde ofreció una masterclass junto al actor italiano Riccardo Scamarcio, protagonista de su próxima película Modigliani: tres días en Montparnasse. El encuentro, moderado por Verónica Lozano y Alejo García Pintos, combinó cine, conversación y reflexión sobre el arte y la inspiración.
Para los que no lograron ingresar al teatro, el municipio instaló pantallas gigantes en las afueras, permitiendo que todos disfrutaran del evento. Las imágenes del actor saludando desde el balcón y emocionándose ante la multitud ya se volvieron virales y confirmaron lo que todos sabían: Johnny Depp no solo conquista la pantalla, también el corazón de su público.
Detrás del glamour y la ovación, hubo momentos de tensión que pocos notaron. Según trascendió, el equipo de producción que acompañó a Johnny Depp tuvo varios cruces con la organización local por cuestiones de seguridad y logística.
El artista realizó un pedido fuera de protocolo: quería que una sala especial fuera ambientada con velas aromáticas y luces bajas antes de la masterclass, una exigencia que tomó por sorpresa a los organizadores, pero que finalmente se cumplió.
Las fotos de Jhonny Deep en La Plata:









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